En la mitología griega, Melpómene (en griego Μελπομένη «La que canta») es la musa de la tragedia.[1] Melpómene embellece el placer de lo acústico eliminando su atractivo irracional. Es la inventora del bárbito, de la oda o poesía lírica, de la épica y de la tragedia.[2] Inicialmente era la musa del canto de la armonía musical, pero pasó a ser la musa de la tragedia como es actualmente reconocida. A Melpómene se la describe cantando canciones de luto por la muerte de personas importantes, sobre todo poetas.[3]
Melpómene es hija de Zeus y Mnemósine. Asociada a Dioniso, inspira la tragedia, se la representa ricamente vestida, grave el continente y severa la mirada, generalmente lleva en la mano una máscara trágica como su principal atributo, en otras ocasiones empuña un cetro o una corona de pámpanos, o bien un puñal ensangrentado. Va coronada con una diadema y está calzada de coturnos. También se la representa apoyada sobre una maza para indicar que la tragedia es un arte muy difícil que exige un genio privilegiado y una imaginación vigorosa.
Se dice que Apolo fue padre, con una de las «madres celestes (las musas)», de Lino («canto de lamento»), Himeneo («canto nupcial») y Yálemo («canción de suma tristeza»); cada uno fue hijo de una musa diferente pero sus identidades no se han conservado.[4] Después de haber estado con Circe, [Odiseo,] encaminado por ella se hizo a la mar y costeó la isla de las sirenas. Éstas eran Pisínoe, Agláope y Telxiepía, hijas de Aqueloo y Melpómene. Una tocaba la lira, otra cantaba y la tercera tocaba la flauta, y así persuadían a los navegantes a quedarse. Tenían forma de pájaro desde los muslos.[5]
Referencias
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Melpómene.




